La municipalidad de Lima metropolitana, aduciendo que el damero de Pizarro (el centro histórico de la ciudad de Lima) es intangible, mantiene, desde hace varios años atrás, una prohibición para realizar actividades políticas y sociales, que impliquen levantar infraestructura (léase andamios, estrados, tabladillos, etc.), pues las autoridades ediles afirman que con estas medidas, se busca evitar que el centro histórico de la ciudad se maltrate, se deteriore o se dañe.

Sin embargo, tanto en la plaza San Martin, como en la plaza Mayor, si se han realizado ciertos eventos culturales, (como el multitudinario concierto en la plaza Mayor y los andamios que se levantaron alrededor del monumento a San Martin con ocasión de la gran semana de Lima en octubre del 2009), que implicaron intervenciones de aquellas plazas con infraestructuras para tales eventos.

Estas intervenciones se realizaron en el “intangible” damero de Pizarro, bajo la justificación de que eran eventos culturales, organizados por el municipio, algo que, en definitiva, no discuto ni cuestiono.

Lo que si me resulta cuestionable, es que la municipalidad de Lima ha negado el uso de ambas plazas a diversas organizaciones sociales (léase organizaciones antirracistas, feministas, lésbico/guei/trans, etc.), para sus actividades culturales, sociales o políticas, alegando, entre otras cosas, que las intervenciones urbanas de estas organizaciones (léase, levantamientos de andamios, estrados, tabladillos, etc.), podrían dañar dichos espacios públicos, que son patrimonio mundial de la humanidad.

Ó sea, el gobierno municipal dispone del damero de Pizarro a su antojo, pero la ciudadanía organizada no puede.

Lo peor, es que el municipio de Lima si permite que ciertos particulares ocupen ambas plazas del centro, para realizar las actividades que mejor les plazcan, cuando se les pegue en gana.

Así, en el 2007 y el 2009, el promotor de eventos Nino Peñaloza (y sus auspiciadores) se permitió levantar gigantescos tabladillos en la plaza Mayor para realizar sus desfiles de modas. En diciembre del 2009 el banco HSBC se permitió intervenir la plaza San Martin con un concierto de navidad (en el que niñas y niños de aldeas infantiles cantaron villancicos). Y entre los meses de junio y julio del 2010 el canal de televisión ATV (y su auspiciador Coca Cola) se permitió instalar en la plaza Mayor una gran pantalla y un estrado, para realizar presentaciones musicales y visionar los partidos del mundial.

Foto tomada de: ANDINA/Rocío Farfán

Ergo, solo las y los empresarios con dinero, que pueden pagarle cuantiosas sumas al municipio, pueden disponer del damero de Pizarro, cuando se les pegue en gana, pero las y los demás ciudadanos del común no tienen ese derecho. Es decir, para la municipalidad de Lima solo hay derechos, para quienes dispongan de dineros que puedan llenar las arcas del municipio (¿o los bolsillos de sus autoridades?).

Obviamente esta es otra de las cuestiones que nuestro mudo alcalde jamás se dignara a explicar.

Ho Amat y León.