Ya el 19 de setiembre el diario la primera anunciaba que la campaña de desprestigio y satanización en contra de Fuerza Social y Susana Villarán arreciaría.

Tan solo al día siguiente (20/9) el grupo Comercio, vía “Perú 21”, se sumaba al concierto de enlodamiento encabezado por el diario “Correo” y hoy 29/9, lo hace directamente a través del supuestamente serio diario “El Comercio”.

Ese diario, en su portada de hoy, insiste en lo de las propiedades de la candidata de Fuerza Social, Susana Villarán, como si se tratara de un ocultamiento intencionado o peor, un caso de defraudación.

No importo que desde antes del debate y hasta el día de ayer, la señora Susana Villarán y su hermano explicaran a todos los medios, en forma reiterada y pormenorizada, la situación de esas propiedades. Más aún, ayer la periodista Rosa María Palacios (que trabaja en América Televisión, canal manejado por el grupo Comercio), en su programa “Prensa Libre”, dejo en claro que no existe oscuridad alguna en la cuestión de las propiedades de Villarán. Aún así, Comercio insistió en la campaña de desprestigio titulando: “Susana Villarán se contradice sobre sus propiedades”.

Para nadie es un secreto que “El Comercio” tiene una gran red de fuentes periodísticas y reporteros que le permiten cubrir las noticias del día, como ningún otro medio escrito (y quizás televisivo) puede hacerlo. Por lo que no hay argumento válido que permita excusar al decano del periodismo nacional, por su insistencia en esta ya descarada campaña de desprestigio contra Susana Villarán.

La cuestión es muy simple, Villarán ha declarado, en repetidas ocasiones, que las benditas propiedades son en realidad una propiedad en condominio con sus hermanos. Que de esa propiedad no recibe ni un sol de renta o ingresos y que además, sus hermanos se encargan de administrarla, razón por la cual no sabe cómo está organizada o como tributa. A ello hay que sumar, el hecho que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) no exige que se presente declaración alguna de bienes e ingresos. Quienes la han presentado, como Susana Villarán, lo han hecho voluntariamente. Dentro del formulario que proporciona el JNE, para la declaración voluntaria de bienes e ingresos, solo se pide, repito, solo se pide que se consigne, aquellas propiedades que generan renta o ingresos. De ninguna manera el JNE pide o exige una declaración de todos los bienes y propiedades que se posean.

Más claro ni el agua. Comercio lo sabe, pero su candidata es Lulú y por ello, ha decidido que esta gane, así sea echando barro con ventilador.

En definitiva, la derecha nacional ha perdido los papeles y se le salió lo cavernaria (¿y fascista?), pues no quiere para el Perú, alternativa alguna a lo que ellos quieran.

En palabras del columnista Alberto Adrianzén, la derecha peruana: “hará todo lo posible para que en este país no exista ni un polo progresista ni una izquierda. Ni tradicional ni moderna, ni radical ni reformista, ni popular ni clasemediera, ni tampoco nacionalista o caviar. No quieren simplemente ninguna, es decir a nadie que cuestione aunque sea mínimamente el statu quo”.

Ho Amat y León.