LA REVOCATORIA DE SUSANA VILLARÁN
La revocatoria que se impulsa contra la actual burgomaestre de Lima, es la prueba más palmaria de que el fascismo, la discriminación y la homofobia van de la mano. El proceso de revocatoria, se supone, se debe dar como consecuencia de una mala gestión, no solo inmoral y corrupta, sino antidemocrática. No es el caso de Susana Villarán.
El proceso de revocatoria se inicio al día siguiente de que se declaro a Villarán ganadora de los comicios electorales. En ese momento, una mafia liderada por Marco Tulio Gutiérrez (que claramente opera de acuerdo a los intereses de Castañeda, como lo han demostrado varios periodistas), pidió los padrones para la recolección de firmas de una manera por demás corrupta (recurriendo a la falsificaciones y comprando firmas con dinero y víveres, ambos casos denunciados, pero sin curso en la fiscalía). Castañeda, acusado de corrupción, por esta administración edil (tras una auditoria impecable por donde se le mire), no solo impulsaría esta revocatoria por intereses mezquinos (volver lo más pronto posible al municipio y seguir sus cuchipandas), sino para evitar ser investigado y procesado.
El proceso de revocatoria se inicio al día siguiente de que Villarán salió electa, de la mano de de un sector de la derecha peruana (la llamada DBA, derecha bruta y achorada), a quien la ciudad de Lima parece importarle muy poco, pues sus razones solo demuestran sus prejuicios ideológicos: su visión fascista según la cual, toda la izquierda peruana es nociva para el país (para esta derecha ser de izquierda es sinónimo de ineptitud, terrorismo y antidemocracia).
Esta DBA tiene su prensa vocera (Perú 21, Correo, Expreso, La Razón, Willax TV, La Hora N, etc.), que desde la elección de Villarán, no ha parado de atacarla, principalmente a través de la difamación y la satanización (llegando, en muchos casos, a niveles asquerosamente misóginos). Para esto, la tildaron de “Lady Vaga” sin ningún sustento (tan solo en su primer año, realizó mas obras que en el primer año de la administración Castañeda y en su segundo año aumento claramente esa producción laboral). Paralelamente le fabricaron denuncias sobre corrupción que fueron desmentidas, por completo, por la prensa independiente escrita y de internet (prueba de ello, es que esta prensa de la DBA no mantiene dichas denuncias en el tiempo, solo las defeca y luego fabrica otras). A todas luces, esta prensa de la DBA sigue los postulados del gobierno que la generó, la dictadura fujimontesinista que propugnaba el lema de: “miente, miente que algo quedará”). Y lamentablemente, esta campaña de difamación y satanización ha calado en sectores importantes de la población.
Recientemente, las iglesias cristianas se suben al carro de esta revocatoria espuria, con razones nauseabundamente homofóbicas y transfóbicas (la iglesia evangélica oficialmente y no se descarta la jerarquía ciprianista de la iglesia católica, a nivel extraoficial). Para estas iglesias Villaran es repudiable por sus política de inclusión hacia las poblaciones lésbica, guei y trans.
Villarán no será la mejor alcalde que ha tenido Lima, pero sus meritos son innegables. Como ningún otro alcalde, está operando bajo un criterio de planificación urbana de largo plazo (y no de manera improvisada o cortoplacista, como lo han hecho anteriores burgomaestres). Además, se ha enfrentado a las mafias que dirigían el comercio y el transporte (algo que ningún otro alcalde hizo, ya sea por desidia o para no perder votantes).
En consecuencia, la revocatoria de Susana Villaran se ha convertido, desde ya, en una expresión antidemocrática, pues quienes la impulsan han demostrado, de manera patente, que el bien de la ciudad y de su ciudadanía les importa un rábano. Las razones “publicas” que exponen, no son reales y más bien encubren intereses mezquinos y hasta corruptos. Siendo así, el triunfo de la revocatoria no le hará bien a nuestra democracia y si, más bien, un daño irreparable a su institucionalidad y a la gobernabilidad de la ciudad. Con el triunfo de la revocatoria no habrá triunfado la población que no está conforma con la actual administracion edil. Habrán triunfado, de un lado, las mafias que operan en Lima, y de otro, el sector más antidemocrático de la derecha nacional. Con la revocatoria serán ellos los más beneficiados, pues habrán acrecentado su poder, para imponerle sus miserias a Lima y a su ciudadanía.
